La estrategia de comunicación es un pilar fundamental para cualquier empresa, entidad u organización. Definir los objetivos de tu estrategia de comunicación es parte de la base para tener unos buenos cimientos sobre los que empezar a “construirla”. Pero, empecemos por el principio, ¿qué es una estrategia de comunicación?

Una estrategia de comunicación es una serie de acciones bien planificadas que se propone lograr ciertos objetivos a través del uso de métodos, técnicas y enfoques de comunicación. Puedes encontrar otras definiciones al respecto. Diferentes formas de explicarlo, aunque con la misma esencia. Se trata, pues, de describir qué se va a comunicar, con qué objetivo, sobre qué tema, por qué medios, a qué audiencia, en qué tiempo y con qué presupuesto.

Hay tantas estrategias de comunicación como necesidades y objetivos de comunicación diferentes. De la misma forma, las estrategias de comunicación no son excluyentes de las pequeñas empresas. Como decía Frank Marshall, un reconocido jugador de ajedrez estadounidense, “un mal plan es mejor que no tener ningún plan”.

¿Qué has de tener en cuenta antes de fijar los objetivos?

Como suele decirse, no se puede empezar la casa por el tejado. Lo mismo ocurre a la hora de preparar la estrategia de comunicación. El orden es fundamental.

Antes de fijar los objetivos de tu estrategia de comunicación, tienes que, en una audiencia concreta y en un plazo de tiempo:

• Analizar la necesidad o necesidades.
• Conocer el entorno y la competencia.

En concreto, la definición de los objetivos de comunicación es el segundo paso a la hora de elaborar la estrategia de comunicación:

1. Investigación.
2. Identificación de objetivos.
3. Definición de los públicos.
4. Estrategia.
5. Definición de los mensajes.
6. Selección de actividades y medios.
7. Ejecución.
8. Presupuesto.
9. Evaluación.

Por tanto, los objetivos no aparecen de la nada. La estrategia de comunicación, ya sea para comunicación interna, comunicación externa, digital o de crisis, ha de partir de una investigación o análisis de contexto. Todo con el propósito de conocer la realidad del cliente.

Y para tener clara la situación actual del cliente, es clave la elaboración de un DAFO. Esto consiste en el análisis tanto de factores internos (debilidades y fortalezas) como externos (amenazas y debilidades).

Tipos de objetivos en una estrategia de comunicación

Una vez realizado el trabajo de investigación, para fijar los objetivos de comunicación tienes que desglosarlos, desde los más generales a los particulares. Con ellos el cliente ha de tener claro qué es lo que aspita a conseguir.

Los objetivos generales definen las aspiraciones globales y han de estar alineados con la estrategia y visión corporativa del cliente. No tienen por qué ser medibles.

Has de preguntarte, ¿qué necesita conseguir el cliente? ¿qué vinculo quiere alcanzar con la audiencia?:

• Notoriedad, es decir, que el público empiece a reconocerle y le recuerde (posicionamiento).
• Conocimiento. Se trata de que la audiencia conozca más a fondo, reconozca o comprenda las características de unos productos y servicios.
• Conexión. Hay que generar efectos de naturaleza afectiva (sentimientos, gustos, creencias) para que el público objetivo conecte con la marca.
• Consideración: ser una de las alternativas o, por qué no, lealtad. 

Respecto a los objetivos específicos, han de ser SMART:

• Specific (específico).
• Measurable (mensurable).
• Attainable (alcanzable).
• Relevant (realistas).
• Time-bound (definido en un plazo de tiempo).

Lo que no se evalúa no se puede medir y lo que no se mide no se puede mejorar

En definitiva, tienes que prestar especial atención a la hora de fijar los objetivos de tu estrategia de comunicación. Tenerlos claros será parte fundamental para el éxito de tu plan.