El mhealth ha revolucionado la medicina de los últimos años aportando soluciones móviles y fáciles tanto para el paciente como para los usuarios. En este artículo vamos a analizar su impacto y sus aportaciones a la medicina moderna, así como sus ventajas.
¿Qué es el mhealth?
El mhealth es el uso de dispositivos móviles u otros dispositivos tecnológicos sin cables para la práctica médica. Se considera parte del ehealth (o eSalud en español) que consiste en la aplicación de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en el ámbito médico.
Origen
Lo cierto es que, aunque no lo creáis, llevamos mucho tiempo oyendo hablar de mhealth, aunque el término empezó a popularizarse en 2010. Sin embargo ya antes se hablaba de lo que es hoy día el mhealth, aunque se hablaba de ello en ocasiones como mhealth o mobihealth o incluso «mobile healthcare»
En azul vemos como el término mhealth acaba ganando popularidad respecto a mobihealth.
El término mhealth fue popularizado por Robert Istepanian quién definió el término en 2010 como el uso de «las tecnologías de comunicación emergentes en el ámbito de la salud», aunque antes de este momento lo que se conocía como mhealth no estaba directamente vinculado a Internet, con el paso del tiempo los dispositivos de este tipo se fueron vinculando cada vez más a la red y con ello a la eSalud. Es por ello que actualmente no se entiende la mhealth sin la eSalud y se considera una parte de ésta.
El interés por el mhealth se ha mantenido durante estos años, aunque como se ve en la gráfica está decreciendo levemente. Sin embargo, la explosión de los wearables y entre ellos de las pulseras cuantificadoras, ha hecho que cada vez sea menos raro hacer un seguimiento de nuestra salud. A esto se suma el Internet de las cosas que se va incorporando a diferentes objetos del día a día, entre los cuáles podemos encontrar las básculas de peso, de las que ya existen modelos que hacen un seguimiento y lo mandan a tu smartphone.
La revolución de los wearables
El mundo de los wearables ha estado ligado a la salud casi desde sus inicios. Las utilidades más demandadas en este tipo de dispositivos están vinculadas a la salud como muestra el estudio «Health Wearables» realizado por Price Waterhouse Cooper en 2014.
Como podemos ver en la imagen, lo que más se busca es información para mejorar l práctica deportiva, pero inmediatamente después y a muy poca distancia está la recogida de información sobre nuestra salud y en un destacado tercer lugar la mejora de nuestros hábitos alimenticios. Esto demuestra la necesidad que existe en la población de dispositivos de este tipo que nos ayuden a mejorar nuestra salud. No se está buscando una mejora en nuestras comunicaciones o explorar las posibilidades de la realidad aumentada aportando información sobre nuestro entorno. No, la demanda existente en wearables está enfocada en hacer un seguimiento de nuestra salud y nuestra actividad deportiva, prueba de ello es el hecho de que las fitness band (o pulseras cuantificadoras) sean las grandes protagonistas en las ventas de wearables.
[bctt tweet=»El deporte y la salud son las aplicaciones más demandadas en los wearables por los usuarios.» username=»cicerocomunica»]
En este sentido Google y Apple se han movido para tratar de crear una central con todos nuestros datos vinculados a la salud. Así es como han nacido Apple Health o Google Fit, sin duda a ambos sistemas les queda mucho por crecer y desarrollarse, pero ambas aplicaciones son un reflejo del interés cada vez mayor que existe por monitorizar nuestra salud y nuestra actividad física.
Privacidad e informes médicos
Este interés por acceder a esta información contrasta con la escasa predisposición que existe a compartir estos datos. Según la gráfica que podéis ver a la izquierda, casi un 50% de las personas no se sienten cómodas compartiendo esta información con amigos o familia y sólo un 23% compartiría datos de salud con estos grupos.
Este tipo de datos no son considerados para difundirse en redes sociales por parte de la mayoría de los usuarios, sin embargo algo más de la mitad (el 54%) sí está dispuesto a compartir estos informes con su médico de cabecera.
La importancia que los usuarios dan a esta información, hace que la seguridad en el registro de los datos, así como la política de privacidad sean claves para poder contar con la confianza de ellos en el uso de los wearables y la transmisión de la información.
El futuro del mhealth
Con el paso de los años cada vez se desarrollan más dispositivos y apps que ayudan a personas sanas y pacientes a monitorizar mejor su salud. El uso de los mismos, sin embargo, sigue siendo algo poco habitual. El futuro del mhealth pasa por tanto por su consolidación, que depende de la resolución de los problemas legales que puede causar el manejo de una información tan personal y de la rebaja del precio de estos dispositivos para hacerlos más accesibles a la población general.
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