¿Qué es el poming?

Poming

El poming es una acción publicitaria que consiste en diseñar creatividades específicamente para ser colocadas en el pomo de las puertas. Probablemente pienses que en marketing le ponemos nombre a todo, pero siendo una acción tan específica conviene que tenga su propio nombre ¿verdad?

El poming busca llamar la atención del público de forma similar a como puede hacer el street marketing. Con un diseño impactante, llamativo y original podemos conseguir captar la atención de nuestros posibles clientes. Además como el pomo de la puerta con toda seguridad es algo que van a usar, es un elemento que no pasa desapercibido.

El poming se encuadra dentro de las acciones de marketing directo que se pueden realizar para la promoción de un producto, siendo más eficaz que el buzoneo clásico además de más llamativo para el público.

Variantes del poming: el perching

El poming y el perching son habitualmente considerados lo mismo ya que la idea es la misma: colgar una creatividad de un elemento exterior. Ésta es la forma en la que hemos visto más hacer este tipo de acciones: colgantes de una barra de autobús, buzones, coches, etc. Ya que si se redujera sólo a los pomos de las puertas el alcance de este tipo de acciones sería muy escaso. Estas acciones dejan un gran espacio a la imaginación y nos permiten llegar de una manera diferente a nuestro público. A raíz de los diferentes espacios donde se pueden colocar este tipo de folletos se han ido creando diferentes nombres como «perching» o incluso «parabrising», aunque el término por el que es más popular es el poming.

¿Es eficaz?

Como la mayoría de las acciones de marketing puede ser eficaz o no en función de cómo se haga. El poming es una acción con una gran capacidad para captar la atención del público, sin embargo para conseguirlo verdaderamente hay que contar con una buena idea y un diseño correctamente implementado ya sea a través del dibujo como de las formas troqueladas con las que se hacen los folletos que se usan para este tipo de actividades.

La gente, al encontrarse un elemento inesperado colgado de un objeto que forma parte de su vida cotidiana, siente curiosidad y es más fácil que le llegue nuestro mensaje respecto a otro tipo de acciones como el buzoneo clásico. Sin embargo es el diseño y la idea lo que verdaderamente nos puede ayudar a convertir a esa persona en un cliente.

En ocasiones el poming se combina con la repartición de muestras de productos o de ofertas concretas vinculadas al objeto del que se cuelga el folleto. Por ejemplo, colgar ofertas de limpieza en el pomo de los coches, o de seguros para automóviles, etc. Si nuestra creatividad está colgada de un elemento con el que esté relacionada tendremos más posibilidades de dirigirnos al público adecuado y mandar un mensaje que sea verdaderamente impactante.