Impacto total. No es el título de ninguna panfletada made in Hollywood, es la sensación que, en general, se ha tenido en España al conocerse la sentencia del TAS sobre el caso Contador. Alberto, te han jodido. Te quitan un Tour, un Giro, otras victorias, un pastón….Una faena. Pero tras analizar las primeras respuestas mediáticas a esa sentencia, lo que parece que no ha podido hurtarte ese infame tribunal es tu reputación. Tu buena reputación. Salvo alguna brecha por todos conocida que emerge allá donde los alpes agreden a la vez territorio alemán, francés e italiano, la opinión pública internacional confía en ti. En casa no hay color. Ante los más críticos has pasado más por bobo que por tramposo. Pero ahí queda todo.

En definitiva, la derrota en la cuestión procesal no parece que vaya a pasarte una factura importante en lo que a tu imagen y credibilidad se refiere. Pero moralmente sodomizado por la autoridad deportiva internacional sabes que estás obligado a seguir librando la batalla del juicio público. Necesitas sentir, ver, escuchar los apoyos. Tu derrota y angustia serán menores y más llevaderas hablando, explicándote, expresando tus sentimientos. Y para eso, una vez más, hay que llamar a los medios. Y, atención, los medios están esperando tu llamada a la que, además, acudirán con magnánimo espíritu. Todo a tu favor.

Pues Alberto, debes saber que tu gente, los que te rodean y asesoran la cagaron un poquito, y tú estabas tan cerca que algo te salpicó. Me explico:

1- Las imágenes comunican. Es muy loable que tu equipo quiera estar junto a ti mostrándote todo su apoyo, pero ¿era Bjarnee Riis el más adecuado para salir a tu izquierda en la foto? ¿Es buen aval para tu defensa pública alguien que ha confesado haberse dopado para ganar un Tour? Ya te digo yo que no

2- Conoce las claves de los medios y no los cabrees. Ya decía que los medios estaban esperando tu llamada, ansiosos por escucharte y darte cancha. Un profesional tan castigado y precario como es el periodista de hoy, merece de vez en cuando algo de cariño. Convocarle en Pinto a las 19.00 es hacerle que llegue algo cabreado. Encontrarse 200 personas en una sala de prensa para no más de 100, dificulta enormemente su trabajo, y eso le sigue mosqueando. Más. En esa rueda de prensa que convocas sólo hay dos protagonistas, tú y el periodista. Los palmeros colados de rondón, o directamente invitados por ti, causan el mismo efecto que el de un club de fans de un cirujano situados alrededor de la mesa de operaciones haciéndole la ola en el momento de suturar la herida abierta por el bisturí. Raro, no? Por último, si no quieres darles cariño, al menos piensa en ti. Si convocas a las 19.00 pierdes todos los impactos de los informativos del mediodía.

3- Tu gente no ve afectada su imagen por tus actos, pero los actos de tu gente si afectan la tuya. Parece que fue tu portavoz el que expresó desde lo más profundo de su alma una tenue despedida dedicada con cariño a los asistentes: a tomar por culo….Quizás no vio los más de 30 micros situado a escasos centímetros de su barbilla. Cosas que pasan….En lo del inglés de tu gente no voy a entrar. Al fin y al cabo casi todos los españoles tenemos un inglés medio-alto, eso los que no alcanzan la categoríal de bilingües.

Acabo Alberto. Te escucho y, como casi todo el mundo, te creo. Te miro a los ojos y te creo. El juicio popular y mediático al que estás siendo sometido no pinta mal. Pero no te relajes. La imagen pública es sólo una percepción que se construye en base a procesos comunicativos. Y ahí, en lo alto del estrado, todo comunica.

Esteban Bravo

Cicero