El nuevo panorama en el que se desarrolla la comunicación, a nivel general, se caracteriza por dos peculiaridades que las empresas y organizaciones no deben pasar por alto. La primera tiene que ver con la atención. Es un recurso cada vez más escaso y difícil de captar en todos los públicos, especialmente en los jóvenes. La segunda se basa en una premisa básica que siempre está flotando en el imaginario de la mayoría de personas dedicadas a “contar cosas”. Se refiere a que, en el mundo de la comunicación, quedarse siempre en el mismo sitio suele ser un error. Y mucho más grave teniendo en cuenta la velocidad a la que evoluciona la sociedad. Lo que se quiere decir con ello es que la no innovación a la hora de comunicar supone un riesgo en sí mismo.
Precisamente por estos dos motivos, la narrativa transmedia irrumpe como un impulso capaz de aportar nuevas estrategias, nuevos enfoques, nuevas ideas y un largo etcétera dentro de la comunicación corporativa. Y lo más importante, supone un nuevo escenario con múltiples posibilidades diferenciadoras.
¿Qué es la narrativa transmedia?
La narrativa transmedia nace de la necesidad de construir un relato. Se trata de una manera de comunicar y distribuir mensajes sobre cualquier tema. Aprovecha la convergencia de formatos y plataformas para favorecer al mismo tiempo la interacción del usuario.
En este sentido, el mensaje o la historia que se transmite es el atractivo principal. Este se difunde a través de distintos formatos multimedia tales como aplicaciones móviles, redes sociales, vídeos, juegos online, realidad virtual, encuestas… Además, el quid de la cuestión de la narrativa transmedia reside en que la historia contada a través de cada formato puede consumirse por separado porque cada una de las partes tienen sentido de forma independiente. Por tanto, se presentan perspectivas distintas de la historia que se cuenta dependiendo de los canales a través de los cuales se propaga.
A la misma vez, la narrativa transmedia también otorga al público la capacidad de participar, es decir, de ser parte de la historia. Esta implicación no se queda solo en comentar u opinar acerca de lo que se cuenta, sino que los públicos pueden tener la capacidad de complementar y añadir contenidos que sirvan para construir una historia.
Contar una historia, decir quién eres
Todos sabemos que el relato es un recurso muy común dentro de las organizaciones que son proactivas a comunicar. El porqué es sencillo, pues permite transmitir ideas de una manera mucho más comprensible para las audiencias.
Contar historias se ha convertido en una herramienta fundamental para las organizaciones y empresas. Más que simplemente transmitir información, es una forma poderosa de comunicar la identidad, los valores y la visión de una empresa a sus diversos públicos. Estas narrativas no solo informan sobre qué hace una organización, sino que también revelan quiénes son, qué creen y por qué existen. Al compartir historias reales, las empresas pueden establecer vínculos emocionales con sus audiencias, construir relaciones más sólidas y crear una identidad de marca que impacte en el corazón y la mente de sus clientes, de sus empleados y del resto de stakeholders. Y esto conduce directamente a uno de los bienes más codiciados en esta sociedad actual, la diferenciación.
En este sentido, la narrativa transmedia se erige como un elemento fundamental que aporta novedad a la hora de transmitir mensajes. Y tiene cabida en todas las áreas que forman parte de una empresa: comunicación interna, responsabilidad social corporativa, campañas de publicidad, branded content, etc…
Claves para implementar la narrativa transmedia en la estrategia de comunicación
Para elaborar cualquier contenido que vaya a ser construido en forma de una narrativa transmedia, se deben tener en cuenta una serie de puntos fundamentales a la hora de considerar cómo se va a llevar a cabo la puesta en marcha:
- Investigación sobre los públicos y canales que consumen: Como en toda estrategia, supone el primer paso a dar. Es fundamental determinar a qué tipo de públicos nos dirigimos y qué canales o plataformas vamos a seleccionar para transmitir la historia. Gran parte del éxito de estas acciones se basan en una adecuada toma de decisiones sobre estos puntos clave.
- Construcción del relato y coherencia narrativa: En estaparte, se requiere de una buena estructuración de todas las partes que van a conformar la historia y, sobre todo, dónde (en qué canales) se van a introducir cada una de esas partes. Para ello, una correcta investigación inicial sobre las posibilidades que ofrece cada espacio o plataforma es esencial para aprovechar sus ventajas.
- Interactividad y participación del público: Como ya se ha comentado, involucrar al público es uno de los principales atributos de la narrativa transmedia. Para ello, es importante ofrecer un abanico de posibilidades de participación al público: contribuir con ideas, contenido generado por ellos, comentarios, juegos o desafíos, experiencias inmersivas… La combinación de varias de estas posibilidades enriquece el relato en todas sus plataformas.
- Continuidad y expansión del relato: El punto central de la narrativa transmedia pasa por mantener el interés y atención del usuario gracias a los distintos contenidos, de una misma historia, que puede encontrar a través de cada uno de los canales por los que esta se difunde. De esta manera, nutrir de nuevos contenidos, nuevos actores o nuevos enfoques al relato es clave para seguir atrayendo a la audiencia a medida que avanza en la historia.
- Análisis de datos y evaluación a terceros: Al igual que la investigación previa, medir y dar cuenta de los resultados obtenidos también es un paso obligatorio. Las métricas adecuadas permiten recoger datos muy valiosos para reajustar la estrategia e incluso pueden ser muy útiles para fututos proyectos de narrativas transmedia. Pero no todo está en lo digital. Al mismo tiempo, también es crucial conocer la impresión de los usuarios para identificar puntos fuertes y débiles del relato. Al fin y al cabo, las audiencias (personas) son quienes determinan realmente el resultado de este tipo de estrategias transmedia.
En definitiva, si estás pensando en implantar una estrategia de comunicación de una manera diferente y original, ¿por qué no considerar la narrativa transmedia? La principal razón para tenerla en cuenta ya la subrayaba al inicio: en el mundo de la comunicación, quedarse siempre en el mismo sitio suele ser un error.
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