El marketing holístico es un concepto creado por Philip Kotler que apuesta por adoptar una perspectiva amplia, integrada y global de las estrategias de marketing. Es decir, se compenetran todas las partes del negocio entre sí para conseguir un objetivo común.
El marketing holístico es, en definitiva, algo similar a lo que comúnmente se conoce como marketing 360º.
Puesto que el todo es más importante que la suma de sus partes para crear una idea positiva en el consumidor, en el marketing holístico los negocios se visualizan como un conjunto, en lugar de una división de áreas o departamentos.
En este post, te voy a explicar en detalle cómo se aplica el marketing holístico y por qué es tan importante.
Las 3 características claves del marketing holístico
El marketing holístico se basa en 3 características para conseguir los mejores resultados:
- Un objetivo común: todas las partes del negocio deben enfocarse en ofrecer una gran experiencia al cliente.
- Actividades alineadas: los procesos, los servicios y el resto de actividades comerciales deben dirigirse hacia el objetivo en común.
- El cliente en el centro: la actividad debe integrarse, creando así una experiencia unificada y fluida para el consumidor.
Los 4 componentes del marketing holísitico
Para conseguir cumplir los objetivos de la empresa, el marketing holístico se compone de cuatro elementos:
Marketing integrado
El marketing integrado consiste en transmitir un mismo concepto, adaptándolo a distintos canales. Es decir, todos los canales deben reforzar el mensaje en común que se pretende comunicar.
Para que esto funcione, debemos saber a qué público objetivo nos vamos a dirigir. A partir de aquí entran en juego las 4Ps del marketing mix (producto, precio, promoción y distribución), ya que, sabiendo el público, deberemos definir qué producto queremos vender, con qué precio, cómo lo promocionamos y cómo lo distribuimos.
Definiendo esta estrategia, lo último será saber cómo adaptarlo a los distintos canales. Siendo marketing digital o tradicional, se pueden usar herramientas como e-mail, blogs, redes sociales, televisión y radio.
Aunque, lo más importante, es que el mensaje que se va a transmitir sea único y verdadero, en relación con la imagen y valores de la empresa.
Marketing relacional o marketing social
El marketing relacional se ocupa de la gestión de las relaciones, que quieren generar la fidelización de sus clientes. Para alcanzar la fidelización, se pueden realizar varias acciones, consiguiendo así la satisfacción del cliente con el servicio realizado. Entra las acciones que podemos hacer se encuentran:
- Ofrecer buena atención a clientes.
- Realizar encuestas de satisfacción.
- Realizar ofertas interesantes al cliente.
En el marketing relacional, el cliente es lo verdaderamente importante para el negocio. Por eso hay que cuidarlo y tratarlo bien, ya que es la mejor forma de fidelizarlo.
Marketing de rendimiento
El marketing de rendimiento trata de medir la productividad de las acciones y estrategias. Por lo tanto, mediante la monitorización de estas, se consigue saber cuál es el retorno perteneciente al público objetivo.
Mediante estas métricas, es posible tener datos sobre tasa de pérdida de clientes, ROI y calidad del producto, además de saber la repercusión ética, legal y social de las acciones.
Actualmente, el usuario se encuentra conectado a dispositivos digitales en todo momento, por lo que nos da la oportunidad de estar en contacto con él continuamente. Podemos llegar a saberlo todo de él, desde sus gustos, hasta el más mínimo detalle de su vida cotidiana. Pudiendo así combinar el apartado online con el offline.
Un ejemplo que ocurre continuamente tiene que ver con los establecimientos como tiendas o restaurantes. Con los puntos de acceso wifi que se encuentran en estos, podemos saber cuántas personas con un móvil han pasado por delante, las que han entrado, lo que han pedido y hasta el tiempo que han permanecido conectados.
A partir de aquí, se aplican estos datos para realizar campañas offline de ciertos productos. Por lo que se produce una combinación del ámbito digital con el tradicional, consiguiendo una compenetración de ambos para un mayor rendimiento.
Marketing interno
El marketing interno se dirige al público interno de la empresa, es decir, sus empleados. El empleado es la base de la empresa, ya que sin ellos no se podría cumplir ningún objetivo. Por eso, hay que conseguir que se sienta querido y a gusto. Para ello, se llevan a cabo acciones de team building o conferencias, con el objetivo de motivar y mejorar la relación de los empleados, consiguiendo así una mayor producción.
Cuando el trabajador es feliz en la empresa, es más fácil ofrecer un buen servicio. Esto hace también que se produzca una buena retención de talentos, permitiendo que el empleado y la empresa se sientan conectados. Actualmente, este tipo de marketing ha cobrado más importancia, ya que realizar un producto que se adecue a las necesidades de los clientes no basta. Hay que ir más allá. En el mercado se pide también que una marca brinde buenos productos y se responsabilice de sus actos sociales.
Haciendo esto, la estrategia no consigue únicamente el posicionamiento de la marca, sino que incrementa la efectividad de los procesos internos de la compañía.
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