El pasado 23 de noviembre, Cícero organizó un innovador encuentro en el que por vez primera se reunieron profesionales de las áreas de comunicación y farmacovigilancia de destacadas compañías farmacéuticas como Angelini Pharma, Astellas Pharma, Bristol Myers Squibb, CSL Vifor, Daiichi-Sankyo, Exeltis, Insud Pharma, Janssen, Lilly, Takeda o Viatris.

El encuentro sirvió para que los asistentes pudieran compartir diferentes opiniones desde su experiencia profesional en un entorno en el que pudieron aportar puntos de vista enriquecedores para trabajar de forma conjunta entre ambos departamentos. En este artículo recogemos algunos de los puntos más relevantes que se abordaron.

El impacto de la digitalización en la farmacovigilancia

En los últimos años, la cantidad de notificaciones de eventos adversos ha experimentado un aumento significativo. Según Nuria Molina, directora digital de Cicero, la AEMPS registró un aumento del 43,6% en los reportes de farmacovigilancia en 2022 en comparación con 2018. Este incremento se atribuye a varios factores, incluyendo la mayor conciencia de los ciudadanos sobre sus patologías, el impacto de la pandemia COVID-19, y el cambio en la forma en que los usuarios comparten sus experiencias a través de una variedad de canales digitales.

Los retos de la comunicación y la farmacovigilancia en la era digital

En el debate se identificaron cuatro desafíos principales en relación con la gestión de la información en la era digital. 

Dificultades en la monitorización de la información: no solo existen cada vez más canales de comunicación (X, Instagram, TikTok, YouTube, foros, blogs, …), sino que

además los formatos en los que se comparte la información son variados (vídeo, texto, imagen…). Esta multiplicidad de formatos plantea un desafío, especialmente cuando los eventos adversos no se mencionan específicamente en el texto, sino que se manifiestan en un vídeo o imagen, más difíciles de rastrear. Además, hay que tener

presente que las políticas de acceso a la información son diferentes en función de cada canal. Algunos como X (antes Twitter) son totalmente abiertos, mientras otros como

TikTok no permiten la monitorización externa y automatizada de los contenidos de su plataforma.

Gestión de datos masivos y, en ocasiones, de carácter personal: la creciente cantidad de información generada por los usuarios en plataformas digitales y redes sociales ha dado lugar a un volumen abrumador de datos. En este sentido, el primer reto es ser capaces de filtrar esa información, un aspecto en el que la IA se posiciona como un gran aliado; el segundo desafío es procesar adecuadamente los datos, que en ocasiones pueden ser sensibles y de carácter personal al aludir a la salud.

Falta de calidad de la información recogida: tal y como apuntaron los responsables de farmacovigilancia, los usuarios de las plataformas digitales muchas veces no proporcionan su nombre real o algunos otros datos clave como el sexo o rango dedad. Esto implica que un mayor número de reportes no se haya traducido en mayor información, sino que en ocasiones la calidad de estas notificaciones es escasa.

Sobrerreporte de casos: si hay esta falta de datos, ¿por qué hay cada vez más reportes? El elevado volumen de información que se maneja genera el problema de que los miembros de los equipos locales se ven en ocasiones en el compromiso de tener que ejercer como “jueces” de esa información incompleta que, al no poder discriminarse, lleva a una actitud conservadora. En este estudio de Cícero se destaca que, en el último año, el 75% de los reportes enviados desde la agencia no fueron finalmente registrados debido a la falta de datos o la incomprensión de los mensajes de los usuario, entre otros aspectos.

La importancia de la colaboración entre departamentos de comunicación y farmacovigilancia

El debate resaltó la importancia de la colaboración entre departamentos, indicando que un caso de farmacovigilancia puede ser crucial no solo para la seguridad del paciente, sino también para evitar una crisis de comunicación o para brindar información valiosa a unidades de negocio específicas. Propuestas como reuniones periódicas y la inclusión de la farmacovigilancia en los procesos de cada departamento se discutieron para promover una colaboración más efectiva.

La necesidad de educar a la población en la farmacovigilancia

Se subrayó la importancia de educar a la población sobre la farmacovigilancia, enfatizando la necesidad de compartir información precisa y detallada para mejorar el seguimiento de los casos reportados y fomentar una cultura más informada y colaborativa en la comunicación de experiencias relacionadas con la salud y los medicamentos.

Las oportunidades que ofrece la era digital

El evento también exploró las oportunidades que ofrece la digitalización, donde la inteligencia artificial emergió como una aliada valiosa gracias estas fortalezas:

Automatización de procesos: la IA puede automatizar tareas repetitivas y rutinarias, como la clasificación inicial de los reportes, permitiendo a los profesionales de farmacovigilancia centrarse en la revisión y análisis de los casos más complejos o críticos.

Análisis predictivo: mediante algoritmos avanzados, es posible identificar patrones y tendencias en grandes conjuntos de datos, anticipando eventos adversos o tendencias emergentes, lo que facilita una detección temprana de problemas o crisis.

Procesamiento del Lenguaje Natural (NLP): la IA, especialmente a través de técnicas de NLP, puede ayudar en la comprensión y análisis de grandes volúmenes de textos, como comentarios en redes sociales o en foros, para identificar menciones de posibles efectos adversos o riesgos reputacionales para una compañía.

Mejora en la precisión de la información: la IA contribuye a reducir el ruido y mejorar la calidad de los datos, filtrando información irrelevante o inexacta, lo que permite una base de datos más precisa y fiable.

Optimización de la monitorización continua: al aplicar algoritmos de aprendizaje automático, la IA facilita una monitorización continua más efectiva de múltiples canales digitales, detectando señales relevantes y notificando de manera oportuna sobre posibles eventos adversos.

¿Y qué nos depara el futuro?

En un entorno marcado por regulaciones rigurosas, la incursión de canales digitales exige a las compañías farmacéuticas un esfuerzo adicional para mantener políticas de comunicación coherentes y éticas en la divulgación de información sobre medicamentos, especialmente la relacionada con su seguridad.

La comunicación responsable respecto a la seguridad de los medicamentos se convierte en un factor crucial para la imagen y reputación de las empresas farmacéuticas. Es esencial que los departamentos de Farmacovigilancia estén activamente involucrados en estos procesos.

La convergencia entre los departamentos de comunicación y farmacovigilancia en el ámbito digital marca un hito relevante en la industria farmacéutica. Esta integración no solo se orienta hacia la adaptación a nuevas interacciones con los pacientes, sino que también implica una actualización en la gestión y abordaje de los informes masivos.

Con la evolución constante de plataformas digitales y la ampliación de la recolección de datos, resulta imperativo desarrollar estrategias colaborativas que fusionen la experiencia humana con las herramientas tecnológicas emergentes, como la inteligencia artificial. Esta colaboración es esencial para filtrar y analizar eficientemente la vasta cantidad de datos generados, convirtiéndolos en información valiosa para la toma de decisiones.

Además, la comunicación y la farmacovigilancia deben sostener un diálogo constante y fluido, nutriéndose mutuamente para garantizar la seguridad del paciente y proteger la reputación de las compañías farmacéuticas.

Finalmente, el futuro de la farmacovigilancia en la era digital dependerá de la capacidad de los profesionales para trabajar en equipo, adaptarse a nuevas tecnologías y métodos, y educar a la sociedad sobre la relevancia de una participación responsable. Los usuarios también desempeñan un papel crucial en la generación de datos que inciden directamente en la salud y seguridad de todos.

Cicero