Crowdfunding, big data, blockchain, sharing economy…anglicismos cada vez más integrados en nuestro vocabulario y cuyo significado da a entender algo tan sencillo como que, hoy en día, en un entorno de limitación extrema de recursos, la comunidad, la gente, se busca la vida. Lo sorprendente de este hecho no es el acto en sí de buscarse la vida, sino el hacerlo cada vez más al margen de esas organizaciones, instituciones o empresas.
La innovación social emerge a modo de eje gravitatorio de todos los procesos de aprendizaje generadores de conocimiento que parten de la comunidad en respuesta a una serie de necesidades que el sistema establecido no llega a cubrir. Esos procesos están asociados a la creación de nuevas competencias en las personas y a la consiguiente capacitación de las mismas para llevarlos a cabo.