Son los expertos los que logran que la crisis se minimice, dure poco y sirva para algo inaudito: fortalecer aún más la imagen corporativa. Pero no se engañe, cuando surge una crisis en los medios, siempre se paga un precio. La recuperación de la imagen puede no llegar nunca si simplemente se espera “a que pase la tormenta”.
Las crisis de comunicación surgen cuando menos se esperan y, si no se abordan y resuelven oportunamente, tienen consecuencias demoledoras para el producto, el clima laboral o la reputación de la compañía. Una crisis quizás no acabe con una compañía. Pero el mal manejo de la comunicación durante una crisis, sí puede hacerlo.