Un tren no frena al llegar a la estación de Once, en Buenos Aires, choca y esto provoca decenas de muertos y centenares de heridos. Gente atrapada en los vagones sin poder salir y el caos reinando en el andén de la citada estación. Esto sería, y de hecho es en resumen lo que un periodista contaría  a través de la radio, la prensa o la televisión; pero también es lo que yo, como millones de internautas, pudimos ver a través de una canal de televisión argentino y retransmitido también por internet apenas hora y media después de que se produjera el accidente. Es entonces cuando pienso que esto ha sido posible gracias al tan polémico periodismo ciudadano, que aún encuentra detractores, y no llego a entender por qué.

Es cierto que si internet iba ligado a la inmediatez, ahora con los nuevos dispositivos móviles y las redes sociales las noticias llegan al ciudadano a la velocidad de la banda ancha, y que me perdone Einstein. Esta rapidez unida al concepto de ‘ciudadista’, ciudadano- periodista, supongo que es la que genera algo de desconcierto, rechazo y malestar a los periodistas de profesión, y tampoco llego a entender por qué. Desterremos  la idea de Amenaza y veámosla como una Oportunidad y una Fortaleza para los profesionales del periodismo, porque estas herramientas permiten ampliar de forma ingente y casi inimaginable el número de fuentes! Las fuentes! El más preciado tesoro de cualquier reportero.

No es raro ver cómo algunos medios, en sus ediciones digitales y sus perfiles sociales animan a sus seguidores a participar activamente de la noticia, enviando imágenes o testimonios. Más aún, he visto cómo compañeros han conseguido datos que necesitaban para una información, o al menos han intentado conseguirlos, apelando a la colaboración del resto a través de Twitter o Facebook.

CNN twitter

En esta maraña informativa, que en un principio puede parecer y resultar caótica, al final, y por el momento, los periodistas cuentan con un reconocimiento, una reputación y una credibilidad entre sus públicos que no perderán si se adaptan bien a las necesidades de dichos públicos; y esto pasa por cambiarse el calzado para andar por un terreno nuevo.

El desconcierto que provoca este nuevo escenario quizá se deba más a que la competitividad ahora es más visible y por tanto necesaria, pero en mi opinión creo que esto es positivo y también necesario.

En este momento es cuando algunos aducen que tanta inmediatez está bien pero que se está cayendo en un periodismo superficial, que se queda en los titulares y profundiza poco. Y yo digo, la radio es quizá el siguiente medio que permite más inmediatez, sus boletines son cortos, pero ¿se quedan realmente en los titulares? Es cuestión de saber complementar. Nada más y nada menos.

Elena Capel

[vc_row][vc_column][dt_fancy_image type=»video» media=»http://www.youtube.com/watch?v=VYboiPrpP4c» style=»1″ width=»850″ padding=»0″ margin_top=»20″ margin_bottom=»0″ margin_left=»0″ margin_right=»0″ align=»center» animation=»none»][/vc_column][/vc_row]

Cicero