Con café en vena y las pestañas pegadas, las de algunos más que las de otros, desde Cícero os damos las gracias por haber compartido y hecho posible la Edición 2010 del Campeonato Navideño, preludio de una retahíla de celebraciones, y en la que el saborcillo navideño no lo ponen ni el turrón, ni la sidra ni los polvorones. Obviamente, tampoco las hamburguesas ni las cervezas, que bien ricas que estaban. El tinte navideño lo puso nuestra doña Manolita particular, en este caso un ‘don Manolito’ o, mejor, “Manuelito”  que como cada año aprovechó para vender participaciones del Sindicato de Periodistas para el sorteo de Navidad; y no le salió nada mal el negocio. Papeleta en mano, la suerte estaba echada, ahora tocaba echar la bola y afinar puntería.

campeonato bolos cicero

A las 20.30 empezaron a llegar los invitados más puntuales, y fue sólo cuestión de minutos que la bolera se convirtiera en un hervidero de amigos del sector, más de ochenta, repartidos por equipos y arremolinados impacientes en torno a su pista para empezar la competición. Emoción, calentamiento de hombros, unos más profesionales que otros, todo el mundo estaba expectante por medir realmente una habilidad adquirida en muchos casos de manera virtual con la Wii. ¡Ay, bendita videoconsola que nos hiciste creer que esto era más fácil! Fue cuestión de minutos descubrir la cruda realidad.

Pero como dicen los gaditanos en carnaval, “esto es pa’ pasarlo bien”, así que el que no podía dar la talla con los bolos, ya lo hacía como animador o dándole a la sinhueso junto a la barra, centro neurálgico de la bolera, especialmente cuando la fuerza acompañaba más a los músculos del estómago que a los del brazo.

Fue justo en este momento cuando la competición se complicó, por una confluencia de factores que dificultaban el transcurso del campeonato: hambre, sed y ganas de fumar, se tradujeron en un aluvión de nombres lanzados al aire a la busca y captura del siguiente jugador, entretenido en la barra, charlando con compañeros, colegas, amigos, o fumando en la terraza. Éste último emplazamiento, podía resultar algo molesto para el buscador, porque el día de los bolos de Cícero siempre hace mucho frío.

Ya fumados, comidos y bebidos, llegó el momento de ponerse serios, sobre todo los más aventajados que tomaron posiciones y el gesto de sus caras ya mostraba nerviosismo, inquietud y concentración, ante la posibilidad de ser finalistas. ¿Todas las caras? Tal vez todas menos una, la de Eduardo Iges, que fue más bien de sorpresa, cuando le regalaron un strike que le coló directamente en la final, un año más. Eso se llama generosidad navideña.

Los finalistas: 3 mujeres y 6 hombres. ¡Leonor, te echamos de menos!, aunque ahí estuvieron Coral Larrosa (tele 5), Eva Sáinz Corada (Gaceta Médica) y Teresa Díaz (EFE) para dejar el pabellón bien alto. En el flanco masculino: los chicos de Diario Médico, José Plaza y José María Juárez, arrasando, Jorge Losada (RTV Castilla y León), Manu Mediavilla, (SPM) , Edu Iges (Consejos de Tu Farmacéutico), y Óscar Salcedo (Vídeo Estudio)  el jugador revelación.

En torno a la media noche, ahí estábamos en el Palacio de Hielo, los profanos en esto de los bolos, los nueve finalistas, cuatro trofeos, y un hombre y un micrófono que dieron buena cuenta de su capacidad ‘decibélica’.

Uno por uno los ganadores en orden inverso fueron recibiendo sus trofeos, “los más chulos de todas las ediciones”, se oía en algunos corrillos. El tercer clasificado, Jorge Losada; el segundo, José María Juárez y el primero José Plaza. Eva Sáinz Corada se llevó el primer premio en la categoría de Damas.

La fiesta continuó en torno a un buen licor y hablando sin parar de lo divino y de lo humano hasta la madrugada. Se cerró una edición más del Campeonato Anual de Bolos Cícero. El año que viene más y mejor y de nuevo gracias a los que vinisteis, a los que no, os echamos de menos y os esperamos en la próxima.

Felices fiestas a todos.

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Elena Capel (Periobolista de Cícero Comunicación)

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