El pasado 27 de diciembre el grupo editorial Elsevier anunciaba en un breve comunicado (más abajo se adjunta PDF), enviado por correo electrónico a suscriptores y anunciantes, el fin de la publicación de la revista Jano, Medicina y Humanidades, tras más de cuatro décadas trasmitiendo conocimiento científico y empapando de cultura el entorno divulgativo del profesional sanitario.

Jano, Medicina y Humanidades, hasta siempreDesde aquellos tiempos, a principios de los 70, en los que José Antonio Dotú y José Mayoral, fundaron la editorial DOYMA con Jano como buque insignia del proyecto, pocas publicaciones han reflejado mejor las dos caras que, a semejanza del dios de la mitología romana, ha de presentar la medicina: la clínica y la humana. Para ello, ya con Dotú como único timonel del grupo, las páginas de Jano combinaron la excelencia científica con uno de los bagajes culturales de mayor calado en la historia de la prensa médica en España. No podía ser de otra forma con un elenco de galácticos intelectuales como Francisco Umbral, Bryce Echenique, Néstor Luján, Gila, Forges, Luís Bettonica, José M. Gironella, Tino Soriano… y tantos otros.

Pero tampoco podemos olvidar otra importante vertiente en la historia de Jano, la periodística. Aquella que ha venido actuando como canal trasmisor de información entre todas las fuentes sanitarias y biomédicas y los profesionales de la salud. Es aquí donde expreso con orgullo los años vividos en aquella redacción y el proceso de aprendizaje por el que pasé para entender el salto del empirismo de la información general a la especificidad del periodismo especializado. Para ello tuve maestros, compañeros y amigos que me ayudaron. Celia Ribera, Javier López Iglesias, Óscar Giménez, Aníbal Álvarez, Marcos López, Julia Miró, Toni Mixoi, Javier Foz, Flor de Colmenares, Luís Domingo….Fueron otros tiempos.

Tiempos en lo que, junto a compañer@s de otros medios, se sentaron las bases para la gestación de esa especie que hoy se conoce como periodista o informador sanitario y que, quizás, en este momento, se encuentre en peligro de extinción. Son contados los medios generales, aunque los hay, que aún apuestan por ellos; y son cada vez menos – cuánto mérito!!!- las alternativas que encontramos entre la prensa sectorial. Se vislumbra una esperanza en el mundo digital con medios ya consolidados en este entorno que ofrecen información sanitaria de gran nivel. Es el futuro.

Pero se nos acaba de ir algo que, perteneciendo al pasado, forma parte de mi pasado. Por eso hoy, sólo hoy, tengo la necesidad de sentir tristeza y melancolía. Hoy no quiero pensar en el futuro. Quiero mirar hacia atrás y sentir dolor porque algunos de los mejores años de mi vida estaban encadenados a un eslabón que se acaba de romper. Quedan los recuerdos y los amigos. Jano, Medicina y Humanidades, hasta siempre.

Esteban Bravo

Cicero