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Hace pocos días, me crucé sin querer con el vídeo promocional del libro de Erik Qualman que está haciendo furor en las redes sociales: Socialnomics: How social media transforms the way we live and do Business. Todo un alarde creativo de cifras al ritmo marchoso de The Chemical Brothers para apabullarte con la idea de que el mundo está en un cambio vertiginoso y crucial. “Estamos en la tercera revolución industrial, sííííí es verdad”, no hacía más que pensar mientras volvía a darle al play del reproductor.

Reconozco que tuve que ver varias veces el vídeo pulsando el pause para asimilar y reflexionar toda la información que me golpeaba al compás de los graves de los hermanos químicos -qué gran grupo-. De tanta información me quedé con una sentencia que llevo cocinando varios días en mi cabeza. “Ya no buscamos noticias, ellas nos encuentran”. Y entonces, ¿¿¿qué???… Me asusté imaginando una “noticia” disfrazada de Arnold Schwarzenegger en Terminator persiguiéndome para ¡¡¡obligarme a que la leyera!!! Después me imaginé un batallón de productos y servicios que «ya no busco» porque según Qualman “ellos nos encontrarán vía los medios sociales”. Y entonces… ¿me arrinconarán contra la pared obligándome a sacar de la cartera la visa para que les compre o pague por algo que me muestran y me quieren vender?

Cuando quieren, cómo son de exagerados y apocalípticos estos anglosajones… Pero más allá de la puesta en escena gran parte de lo que cuenta este visionario es cierto. Los medios sociales están de moda. No sólo eso, ya son el presente de la comunicación. Son los motores de una nueva forma de vivir y de comunicarnos.

En la perspectiva empresarial supone una nueva forma de entender la comunicación con nuestras audiencias. Ante nosotros, se abre un nuevo canal no sólo de información –como hasta ahora-, sino de comunicación con nuestros consumidores, públicos, espectadores, seguidores, fans, etc… El canal con nuestras audiencias no es unidireccional. Es bidireccional porque podemos saber qué opinan y piensan de nosotros, de nuestros servicios, de nuestros productos… y eso -y esto es lo mejor de todo-en un tiempo record. Tenemos la oportunidad de escucharles en primera persona, para saber qué les interesa, qué les preocupa, para entenderles y para adaptar nuestra comunicación y nuestro negocio a sus demandas y peticiones.

Hemos entrado en un cambio maravilloso que ya ha hecho que variemos nuestra forma de proponer estrategias de comunicación. Nosotros ya hemos asumido el cambio con la ilusión de quien pisa nieve virgen. Pero en los sectores empresariales la convicción es más lenta. Por ejemplo en la industria farmacéutica. Se quiere apostar pero aún existen muchos temores y dudas ante problemas de compliance, médico-legales, etc.

Es cierto, ya estamos en el núcleo de la revolución de la comunicación. Y lo esencial es adaptarse a las nuevas estrategias. Por mucho que nos provoque temores y que el riesgo a lo desconocido nos genere dudas. Porque el mundo es de los atrevidos.  Y tú, ¿te atreves?????

Enrique Marí

(pincha en las palabras de color azul para acceder al vídeo en el canal de Cícero en You Tube)

Cicero